28 de febr. 2010

Filomena y el bullying

Capítulo anterior: Filomena, una niña especial

Filo era pequeña, era su primer año escolar, tenía 5 años. Estaba conociendo niñ*s nuevos, en realidad todo era nuevo; los olores, el espacio, la gente... la primera vez que pasaba tantas horas fuera de casa y le gustaba.

Se sentaba en una mesa hexagonal con otros niñ*s. Compartían lápices, rotuladores, tizas, plastilina... pasaban mucho rato dibujando, ¡a ella le encantaba! No sé muy bien cómo fue pero un día un niño que se sentaba con ella en la mesa hexagonal tuvo la idea de decirle a los otros niños que no molaba que Filo utilizase los lápices de colores y los convenció para que no la dejaran cogerlos. Ese día Filo dibujó poco y no lo pasó tan bien. Al día siguiente tampoco pudo dibujar. Filo se cabreó mucho y harta de que le quitaran los lápices de las manos agarró al bote comunal llevándolo hacia su pecho, ¡caramba!, ya estaba bien, ¡los lápices también eran suyos! En un santiamén todos los niñ*s de la mesa extendieron las manos para arrebatarle el bote de lápices... ñis ñas zum zam arr clas rram... se activó un forcejeo impresionante, diez brazos contra dos, Filo aguantaba las embestidas estaba muy enfadada... jum pam asss hum... Era un bote reciclado de Cola Cao que tenía los bordes metálicos, Filo sujetaba el bote por los bordes, pero ya no podía más, la última embestida le provocó un profundo corte en el dedo y heridas en los demás. Todos quedaron en silencio mientras la sangre brotaba sin cesar. Pasó todo tan rápido que la maestra se dio cuenta de que algo andaba mal por el vacío que produjo el silencio. La llevaron a curar y tardó algún tiempo en volver a clase. Filo estaba segura de que sus compis la iban a aceptar después de todo lo que había pasado, pero no fue así… no. Volvió a sentarse en la mesa hexagonal y volvió el rechazo, ahora más fuerte, se metían con ella constantemente, no podía participar en los corrillos y no le hablaban mucho, digamos que no querían hacerse amig*s de ella.

Así pasaban los días, yo no sé cuantos, pero muchos y... ¡no se vayan todavía que aun hay más! El mismo niño le propuso a los demás que trajeran alfileres a clase el martes siguiente, con ellos pincharían a Filo, porque se lo merecía, porque sí. Realmente ningún niñ* se planteó nada porque solo se sumaron a la idea sin más, al fin y al cabo era una manera de divertirse. Se corrió la voz y toda la clase se sumo a la iniciativa, cada día el niño se acercaba al oído de Filo y le susurraba en tono musical: el martes vamos a venir todos con alfileres para pincharte... la la la...

Filo pensaba que no serían capaces, pero conforme se acercaba la fecha veía que sí iban a ser capaces. Toda la semana la canción susurrada en su oído, estaba aterrorizada, no sabía qué hacer, si lo contaba sería una cobarde y una chivata, además, ¿qué iba a solucionar contándolo? Se sentía sola, rabiosa, triste. No tenía ningún plan para defenderse de aquel ataque y tenía claro que acudiría el martes al colegio pasara lo que pasara, plantaría cara, ella no era ninguna cobarde y no demostraba el miedo que tenía. Llegó el lunes y llegó el martes. Todos estaban preparados con sus alfileres, se los enseñaron durante la clase para que viera que era cierto que los llevaban, todo ocurriría en el patio... y llegó la hora y Filo se sintió sola en la inmensidad del patio, un patio de tierra, grande, muy grande y con palmeras. A unos metros de ella vio como se arremolinaban sus compis para preparar el ataque y en un tres y no res echaron a correr en bandada hacia Filo, que puso piernas en polvorosa. Fue un acto reflejo, corría como si se la llevaran los... bueno es que los demonios la perseguían. No sé cuantas vueltas dieron al patio pero no les resultó fácil rodearla, era una niña hábil, rápida, fuerte y asustada. La rodearon y se quedó plantada, se tapó la cara por instinto y experimentó los pinchazos en su cuerpo. Algunos niñ*s no se atrevieron a pincharle, unos lo hicieron tímidamente y otros lo hicieron sin más. Filo no le contó lo ocurrido a nadie, lo sufrió y lo interiorizó. Muchos, muchos años después me contó esta historia a mí y yo os la cuento a vosotr*s. Le resbalaron lágrimas por la mejilla al contarla, lágrimas que sirvieron para limpiar las viejas heridas de los alfileres, las heridas de un rechazo injusto y sin sentido.


Irma Navarro

Próximos capítulos:
Filomena y el bullying II (La venganza)

Filomena se afeita. Cuando entré al baño y me afeité toda la cara y mi madre me pilló con las manos en la masa. Pensaba que tendría barba de por vida.

Filomena juega a vaqueros. Cuando me compré la pistola a escondidas y dije en casa que la había encontrado en la calle.

Filomena y el melonar. Me gustaba tanto la sandía que me comía todas las pepitas con la idea de que algún día crecería un melonar en mi cabeza y podría comer sandía todas las veces que me apeteciera.

25 de febr. 2010

Són sexistes els còmics?






José Ignacio Benito treballa amb el seu alumnat de 4t d'ESO el còmic i el gènere a l'IES Bernat de Sarrià de Benidorm. El resultat són dos blocs realitzats pel seu alumnat. Una feina fantàstica!

24 de febr. 2010

El clítoris. IES Molí del Sol.

Ahir em van convidar a l'IES Molí del Sol de Mislata i vaig passar quasi dues hores amb cinc quarts d'ESO que havien llegit i treballat Abril no és un mes. Hi hagué preguntes ben interessants i un esperit molt reivindicatiu, sobretot per part de les xiques. Entre altres coses, vàrem parlar del plaer de les xiques, massa centrat encara a fer gaudir els xics en les relacions heterosexuals, i del poc permís social que hi ha perquè puguen gaudir del seu propi cos.

Aquestos retalls van dedicats a aquelles i aquells que, com Abril, pensen que cal ser la reina de la pròpia vida:






Fragments del documental El Clítoris (Canal Odisea, 2003, Francia, 60 min. Direcció: Michele Dominici, Variety Moszynski, Stephen Firmin.

Es pot vore on-line ací: http://tu.tv/videos/el-manguaco-femenino

18 de febr. 2010

Educació (?) sexual (?) de les criatures

Em copie del magnífic blog Aprendemos desde la diferencia l'enllaç a aquestos vídeos. Però jo per a criticar (ha, ha, ha). Què us semblen aquestos vídeos? Eduquen? Ensenyen? A les xiques? Als xics? Què ensenyen? 

Qui no sap que les xiques també tenen coseta és que no ha mirat bé o que no vol vore!!!

"Pablito y Virginia" van ser emesos per Telemadrid a principis del 90. Formaven part d’un programa que es deia “Detrás de la puerta”, que constava de 25 vídeos de tres minuts (animació: Jaime Pascual; guió: Carlo Frabetti). D'aquestos dibuixets només he trobat 14 capítols a la xarxa.   




Esa cosita
(Pablito y Virginia juegan a la pelota en el parque)
Pablito. Espera un momento, enseguida vuelvo (se pone a hacer pis detrás de un árbol)
Virginia.  ¡Mamá!
Madre. (Está leyendo en un banco) ¿Qué quieres, Virginia?
Virginia. ¿Por qué Pablito tiene una cosita larga para hacer pis y yo no?
Madre. Porque los niños y las niñas están hechos de forma distinta.
Virginia. ¿Todos los niños tienen esa cosita?
Madre. Sí.
Virginia. ¿Y ninguna niña la tiene?
Madre. Así es.
Virginia. Pero ¡eso es injusto! Esa cosita es muy cómoda para hacer pis.
Madre. ¿Ah, sí?
Virginia. Claro, se puede hacer pis de pie y sin bajarse los pantalones. ¡Yo quiero una!
Madre. Es verdad, esa cosita tiene algunas ventajas pero también tiene sus inconvenientes.
Virginia. ¿Qué inconvenientes?
Madre. Por ejemplo, si les dan un golpe en esa parte les hace mucho daño.
Virginia. Ah, sí, ahora me acuerdo, el otro día había unos niños jugando al futbol y… (le dan un balonazo a un niño) ¿Y por qué somos distintos las niñas y los niños?
Madre. Esa diferencia entre niñas y niños sirve para que cuando seáis mayores podáis hacer más niños.
Virginia. ¿De verdad?
Pablito. Virginia, ¿no vienes a jugar?
Virginia. No sé…, mamá me está contando una cosa muy interesante.
Madre. Ve a jugar, luego te lo cuento.
Virginia. ¿Tú sabías que los niñas y las niñas somos distintos?
Pablito. Claro que lo sabía, las niñas no tenéis pilila.
Virginia. ¿Y para qué sirve la pilila?
Pablito. Pues para hacer pis sin bajarse los pantalones.
Virginia. ¡Qué ignorantes sois los chicos!
Cómo se hacen los niños
Virginia. Mi mamá me había prometido explicármelo y, bueno, será mejor que lo veáis, es muy interesante.
Virginia. Mamá, el otro día me dijiste que me ibas a explicar cómo se hacen los niños.
Madre. (La mamá está cocinando) Pues… vamos a ver. Tú sabes que los pollitos salen de los huevos que ponen las gallinas.
Virginia. Sí, y los patitos de los huevos que ponen las patas.
Madre. Pues las mujeres tenemos dentro del vientre muchos huevecillos diminutos.
Virgina. Uh, ¿mamá, no irás a decirme que las mujeres ponemos huevos como las gallinas?
Madre. No, Virginia, (riendo) los seres humanos somos mamíferos y los mamíferos no ponen huevos.
Virginia. Ay, ¡qué alivio!
Madre. Esos huevecillos, que se llaman óvulos, están en unos órganos llamados ovarios. Una vez al mes uno de estos óvulos madura y pasa del ovario a una cavidad llamada útero. Allí se queda un par de días i, si es fecundado, empieza a desarrollarse y a los nueve meses nace un niño.
Virginia. Fecundado, ¿qué quiere decir eso?
Madre. Verás, el óvulo para desarrollarse ha de juntarse con una semillita más pequeña llamada espermatozoide. La unión del óvulo con el espermatozoide se llama fecundación.
Virginia. ¿Y de dónde sale el espetomarciano ese?
Madre. ¡Espermatozoide! Los espermatozoides los producen los hombres. Por eso para hacer un niño se han de juntar un hombre y una mujer.
Virginia. ¡Debe de ser muy difícil juntar el óvulo con el espertomatoide!
Madre. ¡Espermatozoide!
Virginia. Eso. Debe de ser muy difícil juntarlos si son tan pequeños, mucho más difícil que pasar el hilo por el agujerito de la aguja.
Madre. No, no es difícil porque el espermatozoide se mueve solo, como un pececillo microscópico, y va en busca del óvulo.
Pablito. Virginia, ¿vienes a jugar?
Bueno. Bueno… Luego me sigues contando lo del espermatozoide, eh, mamá.
Madre. De acuerdo.
Pablito. ¿Qué es eso del estorpezamoide?

Virginia. (En tono de listilla) ¡Espermatozoide! ¡Hay que ver qué ignorantes sois los chicos, estás lleno de espermatozoides y tú sin enterarte!

10 de febr. 2010

¡Pónselo!



(en castellano)

Molta gent m’ha passat aquest anunci. El vaig desestimar, per moltes raons, però m’ha arribat per tantes bandes que m’he decidit a escriure’n un post.

Per què no m’agrada l’anunci?

Perquè no m’agrada la imatge d’un penis-xic desesperat perseguint una muntonada de vulves-xiques, sense discriminar, ja que qualsevol li val! Perquè la imatge de xic que només pensa a clavar-la, sense importar on, no és positiva. Perquè si volem un món d’homes igualitaris, haurem de començar a mostrar-los perquè els ensenyen a ser-ho.

Perquè no m’agrada la imatge d’una muntonada de vulves/vagines perseguint un penis. I tampoc trobe creïble que ho facen perquè porte condó.

Perquè no crec que cap adolescent, jove o adult, crega que per portar un condó lligarà més.

Perquè és una xica la que fa que el penis-xic es pose un condó. I perquè reforça que l’anticoncepció i la cura continue sent cosa de les dones.

Perquè m’hauria agradat que fóra ell qui se l’haguera posat, tot solet, per responsabilitat, i no per desesperació. I ja la repera hauria estat que fóra un altre xic el que li haguera pintat el condó (sense que es pensara en una relació homosexual). Un home dient-li a un altre home: així millor! Protegeix-te i protegeix!

Finalment, em faig una pregunta: realment funcionen aquestes campanyes? Fan que la gent utilitze el preservatiu? Sospite que no perquè no arriben a la base, on hi ha masculinitats i feminitats tradicionals, prejudicis i mites: amb condó es perd l’erecció, es talla el rotllo, és menys “natural”, jo controle, deixa’t fer, no he deixat prenyada cap tia, ja no m’estimes, no tinc malaltia, et penses que sóc un sidós? etc.

Com a positiu: està molt ben fet, és divertit, imaginatiu i estèticament impecable.

M’encantaria saber la vostra opinió.

2 de febr. 2010

Classes de sexualitat a l'escola



La primera i la segona escena ocorren en un col·legi concertat: El Zurbarán (Fisica o química. Antena 3). La tercera, en un de privat (El pacto. Telecinco).

És així el professorat? Són així, els pares i les mares? I la gent jove? Passa això als vostres col·legis i instituts?