30 d’ag. 2009

Kilitos de autoestima




Dedicado a Carlos, el de Mentiras y Gordas que dejó a la novia por "gorda", y a tod@s l@s que piensan como él.

Mentiras, gordas y tóxicas



La semana pasada vi Mentiras y Gordas (Albacete y Menkes, 2009). Me la había recomendado mi alumnado. “¡Va de sexo: tienes que ir a verla! Y sale Cabano, de Física o Química, y Aitor y Lucas de Los hombres de Paco, y la del Internado…”.

Pues bien, ya la he visto: juventud, drogas, sexo y mal amor. Tres días, con sus marchosas noches, en la vida de un puñado de chicos y chicas de 18 años (alguno más mayorcito).

Toni está secretamente enamorado de su amigo Nico y, para estar con él, accede a gastar en pastillas el dinero de su matrícula para el curso siguiente. Carola consuela a su amiga Paz porque Carlos acaba de dejarla por “gorda” pero está enamorada de éste y se enrolla secretamente con él. Carlos, a su vez, se acuesta con todas las que puede, y se droga todo el tiempo para olvidar el fracaso de su grupo de música. Marina, amiga íntima de Toni y única confidente, descubre que le gustan las chicas y no lo lleva muy bien y la camella Sonia, cansada y asustada porque a su amigo lo han metido en la cárcel por traficar, quiere dejar de vender para empezar una nueva vida.

La combinación de sexo, juventud y drogas siempre es muy delicada. Y aquí el equilibrio se estampa contra el suelo por muchas razones. La primera por su moralidad. La segunda por su estereotipamiento disfrazado de modernidad y la tercera por el tratamiento de la sexualidad.

Respecto a la moralina, voy a contar el final (y lo siento por quien aún no la haya visto, pero como no tiene intriga ninguna, nada se pierde). Toni, el gay enamorado de su amigo, el que tenía miedo de vender pastillas por si terminaban en la cárcel, el que dudaba de gastar sus ahorros pero seguía la juerga por estar cerca de su amor…, se pasa con las drogas y muere. Gran lección: las drogas son malas, y los amigos aprenden gracias a su sacrificio que no pueden vivir la noche con desenfreno. (?) Los guionistas i/o directores deben pensar que con éstos últimos minutos finales de moralidad, la juventud que ve la película aprenderá también la “gran enseñanza”, y olvidará lo bien que parecen pasarlo todos y todas en los otros cien minutos mientras beben, se drogan, se enrollan en los lavabos de la discoteca... Dicho en otras palabras: hacernos tragar hora y media larga de desenfreno juvenil, y quererse justificar con la moralina final, no sólo es inútil, sino que consigue más bien lo contrario: que los jóvenes que toman drogas digan que Toni murió, no porque las drogas sean malas, sino porque no controlaba. O que en realidad a Toni no lo mataron las drogas sino el amor. ¡Qué romántico!

Claro…, es que la película es muy romántica: en ella se enamoran los gays y las chicas. Los chicos, ya se sabe, buscan sexo, droga y/o triunfar en la vida. Las chicas buscan estar delgadas y el amor, aunque sea con un tipo que va colgado todo el día, que ha dejado a la novia porque, según él, está gorda, y aunque se enrolle con otras.

¡Menudo amor!

El amor que no se elige, el amor que no se medita, el amor que no se piensa, es un amor que mata. ¡Más que las drogas! Y esto en la película no se cuestiona en absoluto; el mal amor se esconde trituradito, para que no se note, en la ralla de coca o en el éxtasis. Y empapa a las chicas bajo la lluvia cuando dicen que estarán juntas aunque aquello sea un desastre total. ¡Viva la fatalidad! Admito que Cupido tiene poderosas razones que no conocemos; admito que un poquito sí que nos elige el objeto amoroso; pero luego hemos de supervisar. ¡Y eso es trabajo nuestro que no hay que dejar ni al azar ni a las drogas!

Y la tercera razón es la manera de mostrar el sexo. Aquí todo el mundo parece pasarlo en grande. Ellos haciendo bíceps, enseñando el trasero y empujando a las chicas contra la pared del lavabo. Ellas suspirando. Ralla va, polvo viene. La liberal montándose un trío con dos chicos. La enamorada enrollándose con el ex de su amiga aún con ésta cerca. La lesbiana diciendo que no lo es mientras le besa la vulva a la otra. La camella llevándose a casa al chico guapo (que le robará el dinero que ella guardaba para sacar a su amigo de la cárcel y empezar una nueva vida...).

¿Todo el mundo lo pasa bien? ¿Realmente es placentero este sexo-exprés? ¿Para quién? ¿Para ellos? ¿También para ellas? En las entrevistas, uno de los actores comenta que la juventud puede aprender con la película que los excesos son malos, y que las drogas llevan al sexo poco seguro. En efecto, solamente aparece un condón en toda la obra. Pero mostrar lo bien que lo pasan, maquillando la realidad, ¿es la mejor manera de promocionar el sexo seguro? Yo creo que no, que lo único que se consigue es que quien no se lo pasa bien así piense que es raro/a, que no es normal. Y que se dé la culpa de las malas experiencias a las drogas y no a la propia irresponsabilidad, a la falta de ética sexual, al egoísmo, al analfabetismo emocional, al fatalismo amoroso…

Por ello, vista como una porno light, con desnudos de los chicos y chicas de moda de las series de TV, Mentiras y gordas tiene pase; pero si buscamos aprender alguna clave para esto del sexo y del amor, tendremos que pensar entre todos y todas modos y maneras de protegernos de las prácticas de riesgo emocional, que no embarazan pero llenan de tóxicos el corazón y la cabeza e impiden que lo pasemos bien con la sexualidad (regalito puesto en el mundo para disfrutar, no para amargarnos).


29 d’ag. 2009

Programa formativo de Gizonduz 2009

¿QUÉ ES GIZONDUZ?

Gizonduz es una iniciativa pionera del Gobierno Vasco, impulsada por Emakunde-Instituto Vasco de la Mujer, dirigida a promover la concienciación, participación e implicación de los hombres en pro de la igualdad de mujeres y hombres.

Con el término Gizonduz se quiere trasmitir la idea de que, en la medida que permite un desarrollo integral de la personalidad de mujeres y hombres y ampliar su horizonte vital, la igualdad nos hace mejores personas y, en consecuencia, a los hombres más hombres.

Cursos presenciales:
  • Paternidad igualitaria
  • Los hombres mayores y el cuidado: cuidarse y cuidar
  • Los hombres, el amor y las relaciones de igualdad
  • Masculinidades, género y derechos humanos
  • Los hombres en los medios de comunicación
  • Curso Básico de sensibilización on-line sobre igualdad para hombres

Curso On-line:

2 d’ag. 2009

Anuncios para pensar (2)

Publicidad de ropa interior masculina de la marca Abanderado, cuyo nicho de mercado (a quien va dirigida la pulicidad) son las mujeres.

¿Por qué las mujeres desearían, según el anuncio, ser hombres?

¿Es también un anuncio sexista?